Garzones se organizan para lograr obtener beneficios para la clase Media

A raíz del Estallido Social y la crisis sanitaria han sido bastantes los trabajadores que han suspendido o de frenton, han quedado cesantes, situación que no es ajena a los trabajadores gastronómicos (específicamente meseros), quienes decidieron organizarse y exigir los beneficios de emergencia que está entregando el Gobierno y de los cuales pocos califican.

«Los garzones no calificamos para los beneficios del Gobierno: Para el IFE (Igreso familiar de emergencia), nuestro rubro se ubica generalmente sobre el 60% de la población más vulnerable en el registro social de hogares», nos explica Katherine Ormazabal, una de las voceras del movimiento.

De igual forma, Katherine nos explicó que la situación de este tipo de trabajadores es muy variable entre cada restaurante o lugar de trabajo, pues la renta final que obtiene el trabajador, es en base al nivel de propinas que se les entrega. Bajo estos mismos parámetros, es que ante la ley y los registros sociales, tampoco pueden superar los 400 mil pesos que exige como requisito los bonos y prestamos de clase media.

Desde la organización, se ve una alta convocatoria y participación, por lo que no descartan la creación de un gremio o ante las conocidas irregularidades del rubro, poder exigir una ley que regule de mejor manera su oficio.