Conflicto por la construcción del Data Center de Amazon en Huechuraba

SEPTIEMBRE 10, 2024 a las 9:57 PM
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Preocupaciones por patrimonio arqueológico y medioambiental enfrentan a la comunidad con el gigante tecnológico


La construcción de un Data Center de Amazon en Huechuraba, Chile, con una inversión de 205 millones de dólares, ha generado una fuerte controversia entre la comunidad local y las autoridades. Liderados por el historiador urbano y escritor Juan Carlos Arellano, un grupo de ciudadanos ha denunciado el impacto negativo que este proyecto podría tener sobre el patrimonio arqueológico y el medio ambiente en la zona.


En una reciente entrevista con Joe Santibáñez en el noticiero diario "El Informe Santibáñez", Arellano explicó que la preocupación principal es la preservación de restos precolombinos hallados en el sitio donde se construirá el centro de datos. Entre los descubrimientos se encuentran canales de riego y artefactos históricos que, según los opositores, podrían ser destruidos si no se toman las medidas adecuadas de protección. "Este lugar tiene un gran valor histórico que debe ser preservado, no solo para la comunidad local, sino para todo Chile", afirmó Arellano.


Además del patrimonio arqueológico, los vecinos temen los efectos ambientales de la obra. Según los opositores, el Data Center podría consumir grandes cantidades de agua, poniendo en riesgo el suministro local y afectando a un humedal cercano. También se mencionan posibles emisiones contaminantes que afectarían a los habitantes de la zona.


Otro punto de fricción ha sido la falta de transparencia y la limitada participación ciudadana en el proceso. Arellano denuncia que no se ha realizado un estudio de impacto ambiental completo, algo que considera clave para mitigar los riesgos del proyecto. “Se nos ha dejado de lado en la toma de decisiones, cuando somos los principales afectados”, declaró.


Si bien Amazon ha prometido generar empleo con el proyecto, los detractores señalan que la mayoría de los trabajos serán de baja calidad y que no compensarán el daño cultural y ambiental que podría causar la construcción. Asimismo, los vecinos exigen mejoras en la infraestructura local como parte de las compensaciones por el impacto del Data Center.


El grupo opositor ha tomado acciones, incluyendo denuncias públicas y solicitudes formales para la protección del área. Además, están presionando para que la zona sea declarada humedal urbano y los sitios arqueológicos sean resguardados.


Este conflicto plantea una disyuntiva entre el desarrollo económico y la protección del patrimonio y el medio ambiente. Arellano y su grupo insisten en que no se oponen al progreso, pero exigen que las obras se realicen con los estudios adecuados y respetando el entorno. “No es incompatible construir, pero debe hacerse bien, con respeto al pasado y al futuro de nuestra comunidad”, concluyó Arellano.


El caso de Huechuraba sigue en desarrollo, con un llamado a las autoridades a reconsiderar el enfoque del proyecto y garantizar un equilibrio entre las necesidades de desarrollo y la protección del patrimonio chileno.



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